Mi nombre es Sonia Aparicio y soy Dietista Integrativa, especializada en problemas hormonales, digestivos, metabólicos y enfermedades autoinmunes. Te puedo asegurar que esta no fue mi vocación desde pequeña ni llegué a la rama de la sanidad por casualidad. Una larga lista de diagnósticos erróneos, acompañados de muchísimo sufrimiento, me ha seguido durante más de 20 años de mi vida.
Quiero compartir mi historia contigo para que sepas que no estás sola y que, lamentablemente, no eres la única que ha pasado por esta situación.
Para contextualizar, te cuento que, desde pequeña, he tenido problemas digestivos. Sin embargo, mi verdadero sufrimiento comenzó a los 15 años, cuando mi estado de salud no se correspondía en absoluto con el de una persona de mi edad. Sentía un cansancio extremo y tenía serios problemas digestivos que me impedían llevar una vida normal. Esto me generaba una gran inestabilidad emocional, hasta que finalmente desarrollé fobia a salir a la calle.
A los 21 años, después de un largo camino de mucha búsqueda médica, dolor y numerosas pruebas, recibí mi primer diagnóstico: hipotiroidismo. Me dijeron que tendría que tomar una pastilla diaria de por vida y que, poco a poco, todos mis síntomas desaparecerían. Y aunque algunos síntomas, como la hinchazón y el peso, mejoraron, otros, como los digestivos, empeoraron considerablemente. Esto me llevó a tener bajo peso y un aspecto físico que distaba mucho de ser saludable. Tras continuar investigando, me diagnosticaron gastritis crónica, posiblemente causada por una bacteria llamada Helicobacter pylori. En aquel momento, cualquier diagnóstico me daba esperanza, así que me alegré mucho con este hallazgo, ya que quizás significaría mi mejora definitiva.
A los 23 años, me trataron por primera vez para eliminar el Helicobacter pylori, y mi salud mejoró notablemente durante varios años. Sin embargo, la realidad era que seguía sintiéndome cansada y con algunos síntomas digestivos. Como el cansancio era soportable y los problemas digestivos no eran muy acusados, hice lo que muchos hacemos en estas situaciones, y seguro que te resultará familiar:
NORMALIZAR LA SITUACIÓN
A los 27 años, durante un viaje por Asia, contraje un virus muy fuerte que me dejó tres días sin poder disfrutar de ese hermoso país. Como no podía salir de la villa en la que me hospedaba, me dediqué a buscar «cosas random» en Google. En ese momento, estaba muy feliz con mi vida y me cuidaba mucho. Con la intención de mejorar aún más mi salud, por primera vez decidí investigar sobre mi enfermedad, el hipotiroidismo.
Todo lo que descubrí ese día me “hizo explotar la cabeza” y, a partir de ahí, comenzó un viaje interior bastante interesante y, para ser sincera, muy duro, pero también satisfactorio. Ese camino me llevaría finalmente a alcanzar una calidad de vida inmejorable, algo que nunca antes había experimentado.
Reuní todas las pruebas médicas que había acumulado desde pequeña (analíticas, ecografías, endoscopias, colonoscopias, etc.) y me dediqué a analizarlas minuciosamente. Organicé todo en orden cronológico y puse nombre correcto a cada uno de mis diagnósticos. Resultó que tanto mi hipotiroidismo como mi gastritis eran autoinmunes, algo que nadie me había mencionado y que descubrí por mi cuenta tras revisar toda la documentación. Imagínate mi cara al darme cuenta.
Me dediqué a estudiar cada diagnóstico hasta comprender cómo debía abordarlos para mejorar mi salud. Fue entonces cuando comencé a cambiar mi alimentación, mi estilo de vida y mi forma de pensar. Años de terapia fueron necesarios para asimilar todo lo que había vivido y la revolución que experimenté durante esos meses de transformación.
Seguramente estarás pensando: “¡Qué rápido sucedió todo, ¿verdad?!”
Pues la realidad es que no fue así. Todo esto, aunque relatado en pocas líneas parece cosa de un mes, me tomó varios años. Entre ellos, estudié la mitad de la carrera de Enfermería, el ciclo formativo de dietética y la carrera de Nutrición. Estoy profundamente orgullosa tanto de mi perseverancia como de la respuesta de mi cuerpo.
¡Estamos hechos de una ingeniería perfecta!
Como no quiero que tu también tardes años en descubrir lo que te pasa y en saber como abordarlo, ya me he encargado yo de estudiar lo suficiente para ayudarte a encontrar las causas y acompañarte en el abordaje (además que no todo queda aquí, ya que mi cerebro inquieto siempre pide más y más, me encanta estar lo más actualizada posible).
Así que hablemos un poquito más abajo de mi «TITULITIS»